Add parallel Print Page Options

52 Dios dijo:

«¡Despierta, Jerusalén, despierta!
¡Levántate y sé fuerte!
Jerusalén, ciudad santa,
vístete de gala,
que los enemigos extranjeros
ya no volverán a atacarte.

»¡Jerusalén, levántate!
¡Sacúdete el polvo!
¡Quítate del cuello las cadenas,
y siéntate en el trono!

Read full chapter